
Foto: Jorge del Cid
La pareja formada por Sebastien Ogier y Julien Ingrassia a los mandos de un VW Polo WRC, consiguieron una contundente victoria en la séptima prueba puntuable para el WRC, el Rallye de Cerdeña. Los pilotos franceses se pusieron al mando de la clasificación en el primer tramo del rallye y no dejaron a ninguno de sus rivales que les inquietara. Su máximo rival pudo ser Jari Matti Latvala, pero un pinchazo en el primer tramo le hacía perder casi dos minutos, dejándoles el terreno despejado. Quienes más cerca estuvieron del líder del mundial fueron en un principio Mikko Hirvonen con su DS3 WRC y Mads Ostberg y Evgeny Novikov con los Fiesta WRC. Novikov tenía que decir adiós a la prueba en el segundo tramo al volcar y dañar seriamente su vehículo. Los Citroën eran incapaces de luchar de tú a tú contra los VW al destrozar literalmente las ruedas delanteras de sus vehículos. Tanto Hirvonen como Sordo sufrían ese mismo problema.