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Ogier y VW arrasan en Cerdeña

13 52 Cerdeña OGIER

Foto: Jorge del Cid

La pareja formada por Sebastien Ogier y Julien Ingrassia a los mandos de un VW Polo WRC, consiguieron una contundente victoria en la séptima prueba puntuable para el WRC, el Rallye de Cerdeña. Los pilotos franceses se pusieron al mando de la clasificación en el primer tramo del rallye y no dejaron a ninguno de sus rivales que les inquietara. Su máximo rival pudo ser Jari Matti Latvala, pero un pinchazo en el primer tramo le hacía perder casi dos minutos, dejándoles el terreno despejado. Quienes más cerca estuvieron del líder del mundial fueron en un principio Mikko Hirvonen con su DS3 WRC y Mads Ostberg y Evgeny Novikov con los Fiesta WRC. Novikov tenía que decir adiós a la prueba en el segundo tramo al volcar y dañar seriamente su vehículo. Los Citroën eran incapaces de luchar de tú a tú contra los VW al destrozar literalmente las ruedas delanteras de sus vehículos. Tanto Hirvonen como Sordo sufrían ese mismo problema.

En el siguiente bucle, era el joven Thierry Neuville el que sorprendía a todos con dos scratch seguidos y un tercer puesto, lo que le valía para superar a Dani Sordo e incluso a Mads Ostberg en la clasificación provisional. 

Los dos últimos tramos del día se los adjudicaba Latvala, que conseguía superar a Mikkelsen y a Ostberg, que se salía en una zona de asfalto del tramo nocturno del viernes, teniéndo que reengancharse en modo super-rallye, penalizando 5 minutos por ello. 

El sábado se disputaba la última etapa del rallye con ocho tramos cronometrados bajo un intenso calor, aunque algo nublado por la mañana. Mikko Hirvonen, presionado por el joven Neuville, era quien realizaba el mejor tiempo en el primer tramo de la jornada, seguido del propio Neuville y de los tres VW. Latvala ya acechaba a Sordo, a quien tenía a tan sólo 10".

En el siguiente tramo Mikko se salía en una derecha y era incapaz de devolver el coche a la pista al quedarse empanzados. De esa forma Neuville heredaba la segunda posición provisional. Latvala recortaba otros 2.7" a Sordo. En la primera pasada por Monti di Ala, Latvala endosaba más de 20" a Sordo y lo que le situaba en tercera posición a 53" de Neuville. Ogier por su parte seguía realizando scratch, prácticamente sin despeinarse. 

De ahí al final pocos cambios hubo en la clasificación, salvo la retirada de Andreas Mikkelsen con el tercer VW Polo oficial al golpear contra un árbol en el segundo paso por el tramo de Terranova y romper un brazo de suspensión. A pesar del golpe la evolución del piloto noruego es buena y mejora carrera a carrera. Otro polo de atención fue la lucha entre Elfyn Evans, que sustituía a Nasser Al-Attiyah en el Fiesta WRC, y Michal Kosciuszko, que en esta ocasión dejaba el Mini WRC para montarse en otro de los Fiesta WRC de Malcom Wilson. En la meta al preguntarle las diferencias entre ambos coches, declaraba que la mayor diferencia es que el coche llegaba a la meta. Al final Elfyn Evans conseguía mantener a Kosciuszko detrás por tan sólo 0.9". 

En resumen, Ogier se hacía con la victoria por delante del joven Thierry Neuville, que conseguía su mejor clasificación hasta la fecha en un rallye del mundial, y de Jari Matti Latvala, que a pesar del pinchazo consiguió subir al pódium. El resultado dela Power Stagefue el mismo que el pódium final. Un Sordo bastante desdibujado finalizaba cuarto, esperando poder realizar más test para mejorar el coche como la competencia. 

En WRC2 la victoria era para un Robert Kubica, que no tiene rivales de entidad en su categoría. En el apartado de producción el ganador era Nicolás Fuchs con un Mitsubishi EVO X de RMC, que consigue virtualmente el Campeonato del Mundo, ya que sólamente le podría ganar alguien que gane las 6 carreras que quedan. En WRC3 el alemán Christian Riedemann era el vencedor entre los Citroën DS3 R3T que copan esta categoría. Dura batalla entre Riedemann y Stephan Consani, a quien no le acompañó nada la suerte. En el penúltimo tramo estaba primero con 15" de ventaja sobre Riedemann, cuando el coche se paraba al finalizar el tramo negándose a arrancar. Después de un buen rato localizaban un cable roto, realizando una reparación de emergencia. Después de penalizar 11 minutos por retraso en el control horario, perdían otros 4 minutos en el tramo y hundiéndose en la clasificación.

Texto: Jorge del Cid