Foto: Manu Rodríguez
Victoria dosificada pero contundente al final para el nuevo 911 GT3 2010 del piloto de Meira en este Sierra Morena de primavera. Fuster, a la postre, segundo, después de liderar casi todo el rallye con su nuevo Fiesta R5. Pernía, tercero, se confirma como líder del Nacional.
No las tenía todas consigo. Al menos, eso parecía. O esa era, precisamente, la percepción que pretendía transmitir. Parte de su estrategia. Una guerra psicológica para con los rivales. El pan nuestro de cada día, vaya... Sin embargo, al final, la lógica y las matemáticas -que nunca fallan- se han impuesto. Claro... Y como vaticinaba la ciencia, Vallejo y su Porsche 2010 (más potente aún que el anterior) han impuesto su ley, y las de la Física, en las rápidas y abrasivas carreteras de la sierra de Córdoba.
Como si se tratase de un ensayo general para el resto de la temporada, el Lobo de Meira, Miguel Fuster y Surhayen Pernía, o lo que es lo mismo: los tres pilotos que se han postulado desde ya como firmes y, de momento, únicos candidatos al título nacional, se han enfrascado desde primera hora de la mañana en una igualada lucha a tres bandas que ha tenido al público en vilo un tramo tras otro.
A la hora del salmorejo, cuando el calor seco y sofocante de la primavera andaluza empezaba ya a hacer estragos, y las bellezas locales lucían ya en todo su esplendor, bajo el Sol inclemente de mayo... el rallye, ciertamente, parecía querer concederle cierto favoritismo a Miguel Fuster.
A pesar de que, sobre el papel, estos tramos no se antojaban, precisamente, los más propicios para las bondades de su Fiesta R5, el piloto alicantino figuraba líder de la general, para sorpresa de muchos, al término de la sección matinal, por una ventaja sobre Vallejo y Pernía más bien escasa, pero que iba creciendo tramo a tramo. Sin embargo, poco después, a la hora de la siesta, el rallye, repentinamente, ha cambiado de escenario. Y de sino...
De pronto, el Porsche 2010 del Lobo ha comenzado a volar por las carreteras de Ermitas o de Cerrotrigo. En ese tipo de tramos, más propicios a la caballería de los GT, el poderoso motor del bólido alemán se ha puesto a empujar en todo su esplendor. Y Vallejo, también.
El piloto de Meira se ha pegado como una lapa a Fuster en un abrir y cerrar de ojos. Y al término de la penúltima sección, antes de encarar la recta final del rallye, ha pasado a liderar la clasificación por ocho décimas de ventaja sobre el piloto de Benidorm. Para entonces, Pernía, con problemas en el cut-off de suR4, se había descolgado de la cabeza. A esas alturas, la victoria ya era solo cosa de dos. Pero, sorprendentemente, a pesar de la estrechísima diferencia que separaba a los dos primeros de la general, en medio del bochorno reinante en las asistencias se palpaba, a su vez, un espíritu conformista, de spoiler, cabría decir, como si la mayoría supiese ya de antemano lo que acabaría aconteciendo en el rallye. Y en honor a la verdad hay que decir que todos aquellos que se atrevían ya a dar un resultado como seguro, han acertado de lleno...
Vallejo ha salido a los últimos tramos con ruedas nuevas en su Porsche, impolutas, recién desembaladas, perfectas, vamos. Y, como se esperaba la mayoría, ha volado...
En el último bucle, bajo un atardecer anaranjado y violeta, anticipo ya del verano que, por momentos, parecía haberse instalado ya, prematuramente, por estas tierras de Córdoba... el Lobo de Meira le ha endosado en algunos momentos un segundo por kilómetro al Fiesta R5 de Fuster. Y al final, claro, se ha llevado el triunfo de calle...
Así pues, primer rallye del año en Península, el primero después del convulso motín que vivimos hace pocas semanas en el Nacional, y, casualidad o no, victoria a las primeras de cambio de ese Porsche 2010que, precisamente, tanta polémica ha suscitado a lo largo del invierno. Un vehículo potente y poderoso, espectacular, que a pesar de las consideraciones previas de su piloto, se ha demostrado a la primera oportunidad, en un terreno este, la serranía cordobesa, muy propicio a sus cualidades, como clarísimo candidato al título en una nueva temporada del Nacional que, esta vez sí, promete..
Fuente: Nacho Villarín